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Squash: Orígenes del juego, reglas, ¿dónde y cómo jugar?

El squash es un deporte de interior que practican dos o cuatro personas (opcionalmente) con raquetas y una pelota. Durante el juego, la pelota se golpea contra las paredes del área de juego para evitar que golpee el suelo más de una vez. El squash es un juego de actividad intensa que requiere el trabajo rápido de todo el cuerpo y permite quemar aproximadamente 800 Kcal por hora, según una investigación de Forbes.

Historia

Se cree que el squash se originó en las cárceles británicas a principios del siglo XIX. Al cabo de unas décadas, el juego se popularizó en las escuelas de todo el Reino Unido. Los alumnos descubrieron una actividad para practicar durante los recreos, y el juego se extendió rápidamente. Los alumnos de las escuelas privadas perfeccionaron las raquetas hacia finales del siglo XIX, adaptándolas a espacios más reducidos. En el siglo XX, la popularidad del juego creció y aparecieron las escuelas privadas de squash.

Squash: Reglas

El partido se juega a 11 puntos, y el primer jugador que llegue a 11 puntos gana el set. El partido se juega a 2 ó 3 sets ganados (los amateurs suelen jugar a dos sets y los profesionales a tres).

Si el marcador está empatado a 10-10, el partido continúa hasta alcanzar una ventaja de dos puntos.

Antes del partido, los jugadores se calientan durante 5 minutos, dedicando dos minutos y medio a cada lado de la pista.

El partido comienza con un saque, que realiza el jugador que “ganó” el giro de la raqueta – cuando la raqueta se detiene, el palo indica de qué lado sacará primero el jugador. Se saca hasta que se pierde el punto; si el adversario gana el punto, también se hace cargo del saque.

El jugador debe situarse con al menos un pie en el cuadrado de saque y no tocar la línea al efectuar el saque. Un buen saque es aquel que golpea la pared frontal por encima de la línea de saque pero por debajo de la línea divisoria superior. Después de botar, la pelota debe caer en el cuadrado opuesto de la pista al del jugador que efectúa el saque.

Tras el saque, el juego continúa hasta que el adversario solicita un “LET”, apela o uno de los árbitros señala la interrupción del juego: esto también puede ocurrir si la pelota golpea a uno de los jugadores o la raqueta de quien no efectúa el saque cuando le corresponde a otro efectuar el golpe.

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